domingo, 10 de febrero de 2013

Los miedos

Nuestras emociones, en su justa medida siempre aportan algo de sensato a la vida,: son la sal de la vida

El miedo en su justa medida nos hace estar alertas, atentos, y genera una energía inesperada ante algún peligro inminente.

Pero ¿qué pasa cuando no hay peligro real  y se genera está  emoción, o cuando ésta se desborda más allá del estímulo que genera miedo? ó peor aún ¿cuándo no lo reconocemos como parte de la vida?
 . 
El Dr Bach reconoció las siguientes expresiones del miedo:  el pánico, el miedo a lo conocido, miedo a lo desconocido, miedo a perder el control  y miedos por los otros.

El miedo desajustado o no reconocido, puede generar en nuestras vidas parálisis.  No enfrentarnos a nuestros miedos puede estancar nuestro aprendizaje. 

Ahora bien, primero hay que reconocer que se tiene miedo, luego saber a qué....  Miedo aprendido del entorno social - ejemplo: padres temerosos, hijos temerosos- ó miedo aprendido por una "mala experiencia", mala entrecomilla porque solo es experiencia.   Pero reconozcámoslo, existen experiencias que nos generan alergia, que nos genera temor el volver a repetir.  Es cómo el cuerpo que genera anticuerpos a virus que pasaron por la sangre.  "Lo  que no te mata te fortalece" o al menos genera anticuerpos capaces de defender de los patógenos externos.

Generar anticuerpos es una forma que el organismo adquiere para defenderse de  aquello que le causa un desajuste importante.  Son siempre en dosis muy pequeñas.  De igual manera, en la vida tenemos que enfrentar en pequeñas dosis nuestros temores, para generar anticuerpos propios de un organismo sano.  O  también  reconocer cuando algo no debe ser temido y lanzarse cual pájaro está programado para volar.

Ahora existen reacciones que son desbordadas, tal como una persona alérgica genera una cantidad de anticuerpos sobre sí que genera una lucha  sobre sí mismo, lo que genera autoagresión.

Los miedos no son buenos ni malos. Simplemente SON!!. Reconocerlos es el primer paso, enfrentarlos en dosis adecuadas si son fundamentados es el siguiente, si no lo son: TIRESE!!, como es infundado no ocurrirá nada más que sentir libertad.  En todos los casos se sale fortalecido. 

Ahora cómo reconocer corporalmente mensajes de temores escondidos:  fracturas o problemas óseos (como osteopenia u osteoporosis), problemas a los riñones (cálculos, tumores ubicados en la zona, problemas de funcionalidad en los riñones), a la vejiga (ej. cistitis, infecciones urinarias a repetición), problemas en los oídos  entre otros.  Existen muchas herramientas que nos ayudará a estabilizar los sistemas que están involucrado con la emoción del miedo, las que conozco:  Acupuntura, Auriculoterapia, Flores de Bach, Reiki, Homeopatía y muchas más. 

Esto es un paso,  luego existen métodos que nos ayudarán a enfrentar lo más importante, la vida que nos está empapando de mensajes. 






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