miércoles, 8 de enero de 2014

Víctima - victimario.

En los años que llevo conociendo historias de vida y la sumatoria de las propias experiencias,  ha ido progresivamente mutando la imagen y la dinámica de lal "víctima - victimario", presente no sólo en actos de violencia palpables, si no en muchos roles de la vida diaria, ¿a qué me refiero con esto?.  Comencemos!!

En un principio estos roles representaban para mi,  la oposición, dos personajes contrapuestos irreconciliables,  y con connotación de juez, al instalar a uno en un sillón de los acusados y al dejar a otro como un maltratado por las circunstancias de la vida.  Dos personajes condenados socialmente, sin ningún punto en común más que el hecho de que el "mal" destino expuso uno al maltrato del otro.

A medida que la experiencia y el aprendizaje desarrollan la conciencia, se comienzan a ver estos roles de manera diferente.  Es así como después la misma historia muta y se transforma, observándose desde otro ángulo.

Lo habitual es que en el rol de víctima (si da el siguiente paso), luego toma conciencia de la vulnerabilidad a la cual se ha expuesto, ese es el siguiente paso "darse cuenta", despertar a que este rol fue asumido de manera voluntaria, quizás por una historia de vida anterior repitiéndose, o por una baja estima de sí misma, o muchas otras explicaciones.  Este "darse cuenta" también  (y es lo mas probable) puede ser un paso doloroso, quizás incluso mas aún que el haberse sometido a dolor físico, debido a que la persona toma conciencia de la responsabilidad de sus actos y sus elecciones, es aquí donde puede ocurrir el surgimiento de frases expresadas o mentales de "soy culpable" o "me lo merezco".

En este punto sucede que nos situamos desde diferentes roles, al desvestir un santo para vestir otro, debido a que se  pasa de ser víctima de un "alguien" a ser víctima de uno mismo, perpetuando el dolor, es así como surge el interrogante ¿el dolor alimenta algo en mí? si esto es así, les aseguro no alimenta el ser, por el sentimiento de infelicidad que acarrea.

Las visiones descritas:
- victima a victimario:  sufrimiento a partir de lo externo.
- victima como personaje culposo: sufrimiento a partir de lo interno.

Adentremos ahora a la palabra responsabilidad.  Hace unos años cuando leí el desglose de la palabra responsabilidad me abrió una compuerta de mirada a la palabra sin peso ni culpa.  Responsabilidad es "responder con habilidad".
¡y bien, colocarse en rol de víctima será una irresponsabilidad? léase ahora con la traducción correcta de la palabra responsabilidad.  Ser víctima es la anti-tesis de responder con habilidad, no es habilidoso exponernos al maltrato, quizás si fue necesario como forma de aprendizaje, como experiencia....  pero si no respondemos con habilidad es precisamente porque aún no lo habíamos aprendido.   Entonces el rol se comienza a esfumar, pues ser víctimas se observa como una experiencia de aprendizaje donde aún no se conocía el responder con habilidad y no exponerse.   Ya no depende de las circunstancias, y la culpa se esfuma.
Ser víctima se esfuma cuando se trata de asumir el aprendizaje.  No estoy hablando de que la persona al otro lado de la historia no deba asumir también sus responsabilidades,  pero debemos asumir las propias para dar pasos, y mirar que el poder no está en lo externo, en el otro, si la responsabilidad fuese exclusivamente de un externo nos anulamos, entregamos nuestro poder de respuesta a otras personas.  Entregamos nuestra energía vital.  Nos sentiremos nuevamente expuestos y víctimas en cualquier situación si nos colocamos en el papel.

La culpa también se desvanece cuando miras que no sabías responder con habilidad, no se trata de ser torpes porque si.. nadie lo quiere ser...

Otra mirada importante de evaluar, es la estima de uno mismo en estos roles, ambos tienen una estima muy baja de sí mismos, que compensan de diferentes formas.  Uno exacerbando un falso "poder" sobre el otro, para sentir de alguna manera que controla la situación.  El otro minimizándose frente a un externo, creyendo de alguna manera que merece esa situación, pues no vale.  En ambos casos, la falta de amor de sí mismos, y los supuestos opuestos-complementarios se rompen, cuando cualquiera de los dos, o ambos realizan una mirada diferente y crecen en amor.   Es ahí cuando este circulo vicioso tiene opciones de romperse definitivamente.  Cuando se logra el aprendizaje de mirarse con el valor que todos y cada uno de los seres humanos nos merecemos de nosotros mismos y de nuestros semejantes.

Esta visión es personal, no es una verdad, pero si ayuda a alguien a reconocerse, rompa Ud. con los vicios....  saque las lecciones correspondientes, no busque excusas eternas y siga adelante con su vida, y con cosas maravillosas que tiene por aprender....