martes, 20 de mayo de 2014

La ira , la rabia

Rabia... qué emoción??!!!

Quién se puede jactar de no haberla sentido....  tendríamos que no tener ego....  tendríamos que estar muerto.

La rabia es una de las emociones básicas, sentidas y experimentadas desde que el hombre es hombre (o la mujer, mujer).... es una emoción que surge a partir de un sin fin de situaciones, las más insólitas...  es de carácter fuerte, moviliza un sin fin de energías y procesos fisiológicos, que prontamente cuando esta emoción pasa y se acaba su accionar, se deviene una sensación de agotamiento muy intenso.

Fisiológicamente hablando, la rabia entra en acción y moviliza hormonas como la adrenalina y noradrenalina.  Hormonas ligadas al antiguo "Huir o pelear" de la era de las cavernas.  Generando por tanto una extraordinaria fuerza, la adrenalina genera un aceleramiento del ritmo cardíaco, bombeando más sangre a los músculos, se incrementa así la fuerza, se dilatan las pupilas, se dilatan los bronquios para una mayor ventilación.  Esta energía sin control puede ser como un huracán,  y pasar a llevar todo lo que está a nuestro alrededor, sin importar nada.  Bien lo graficó en Marvel comics el personaje de Hulk,  este médico pasivo (Dr. Banner) que se transforma ante la emoción de la rabia en un monstruo verde gigante, que no recuerda nada de lo que hace mientras se encuentra en ese estado.

Desde la Medicina China Tradicional, la rabia es una emoción Yang, de esencia móvil, que se clasifica dentro del sistema de Hígado.  La rabia eleva el Yang del Hígado, generando calor.  Por ejemplo, se puede manifestar en un rostro rojo y ojos rojos, principalmente este último, nos delata un Yang del Hígado,  este calor excesivo consume los líquidos y la esencia de la persona.

La rabia como emoción debe existir, si no tenemos rabia ante un atropello por parte de otra persona, nos habla igualmente de una falla en nuestra homeostasis y equilibrio interno.  Podríamos hablar de apatía -falta de interés- cuando un estímulo justo de generar rabia, no nos genera nada.

Ahora la rabia es una emoción, que si existe una predisposición, fácilmente se puede exacerbar.  Como había dicho, si esto ocurre, el calor generado en exceso nos consume.

Existe una emoción que controla la rabia, y está es la tristeza  o  la compasión, mirar que dentro de un sistema de equilibrio está emoción apacigua la ira es una visión de que nuestro sistema se regula de manera inteligente.  Para comprender que la rabia no debe consumirnos debemos hacerlo desde una contemplación compasiva.  Es así como apagamos el fuego de la ira.


miércoles, 8 de enero de 2014

Víctima - victimario.

En los años que llevo conociendo historias de vida y la sumatoria de las propias experiencias,  ha ido progresivamente mutando la imagen y la dinámica de lal "víctima - victimario", presente no sólo en actos de violencia palpables, si no en muchos roles de la vida diaria, ¿a qué me refiero con esto?.  Comencemos!!

En un principio estos roles representaban para mi,  la oposición, dos personajes contrapuestos irreconciliables,  y con connotación de juez, al instalar a uno en un sillón de los acusados y al dejar a otro como un maltratado por las circunstancias de la vida.  Dos personajes condenados socialmente, sin ningún punto en común más que el hecho de que el "mal" destino expuso uno al maltrato del otro.

A medida que la experiencia y el aprendizaje desarrollan la conciencia, se comienzan a ver estos roles de manera diferente.  Es así como después la misma historia muta y se transforma, observándose desde otro ángulo.

Lo habitual es que en el rol de víctima (si da el siguiente paso), luego toma conciencia de la vulnerabilidad a la cual se ha expuesto, ese es el siguiente paso "darse cuenta", despertar a que este rol fue asumido de manera voluntaria, quizás por una historia de vida anterior repitiéndose, o por una baja estima de sí misma, o muchas otras explicaciones.  Este "darse cuenta" también  (y es lo mas probable) puede ser un paso doloroso, quizás incluso mas aún que el haberse sometido a dolor físico, debido a que la persona toma conciencia de la responsabilidad de sus actos y sus elecciones, es aquí donde puede ocurrir el surgimiento de frases expresadas o mentales de "soy culpable" o "me lo merezco".

En este punto sucede que nos situamos desde diferentes roles, al desvestir un santo para vestir otro, debido a que se  pasa de ser víctima de un "alguien" a ser víctima de uno mismo, perpetuando el dolor, es así como surge el interrogante ¿el dolor alimenta algo en mí? si esto es así, les aseguro no alimenta el ser, por el sentimiento de infelicidad que acarrea.

Las visiones descritas:
- victima a victimario:  sufrimiento a partir de lo externo.
- victima como personaje culposo: sufrimiento a partir de lo interno.

Adentremos ahora a la palabra responsabilidad.  Hace unos años cuando leí el desglose de la palabra responsabilidad me abrió una compuerta de mirada a la palabra sin peso ni culpa.  Responsabilidad es "responder con habilidad".
¡y bien, colocarse en rol de víctima será una irresponsabilidad? léase ahora con la traducción correcta de la palabra responsabilidad.  Ser víctima es la anti-tesis de responder con habilidad, no es habilidoso exponernos al maltrato, quizás si fue necesario como forma de aprendizaje, como experiencia....  pero si no respondemos con habilidad es precisamente porque aún no lo habíamos aprendido.   Entonces el rol se comienza a esfumar, pues ser víctimas se observa como una experiencia de aprendizaje donde aún no se conocía el responder con habilidad y no exponerse.   Ya no depende de las circunstancias, y la culpa se esfuma.
Ser víctima se esfuma cuando se trata de asumir el aprendizaje.  No estoy hablando de que la persona al otro lado de la historia no deba asumir también sus responsabilidades,  pero debemos asumir las propias para dar pasos, y mirar que el poder no está en lo externo, en el otro, si la responsabilidad fuese exclusivamente de un externo nos anulamos, entregamos nuestro poder de respuesta a otras personas.  Entregamos nuestra energía vital.  Nos sentiremos nuevamente expuestos y víctimas en cualquier situación si nos colocamos en el papel.

La culpa también se desvanece cuando miras que no sabías responder con habilidad, no se trata de ser torpes porque si.. nadie lo quiere ser...

Otra mirada importante de evaluar, es la estima de uno mismo en estos roles, ambos tienen una estima muy baja de sí mismos, que compensan de diferentes formas.  Uno exacerbando un falso "poder" sobre el otro, para sentir de alguna manera que controla la situación.  El otro minimizándose frente a un externo, creyendo de alguna manera que merece esa situación, pues no vale.  En ambos casos, la falta de amor de sí mismos, y los supuestos opuestos-complementarios se rompen, cuando cualquiera de los dos, o ambos realizan una mirada diferente y crecen en amor.   Es ahí cuando este circulo vicioso tiene opciones de romperse definitivamente.  Cuando se logra el aprendizaje de mirarse con el valor que todos y cada uno de los seres humanos nos merecemos de nosotros mismos y de nuestros semejantes.

Esta visión es personal, no es una verdad, pero si ayuda a alguien a reconocerse, rompa Ud. con los vicios....  saque las lecciones correspondientes, no busque excusas eternas y siga adelante con su vida, y con cosas maravillosas que tiene por aprender....