jueves, 31 de enero de 2013

La experiencia madre de las ciencias II

Las experiencias que estamos viviendo, cada una de ellas, sin desmerecer ninguna de éstas, son precisamente para nuestro aprendizaje.  Es la reconexión a un corazón puro, a un navegador más intuitivo, que nos señale el camino para realizar de nuestra existencia algo maravilloso, lleno de una vibración expansiva, generosa para con nosotros mismos y quienes nos rodean.

Cuando no hemos logrado esa expansión, y estamos en conflicto con esa entrega (ya lo hemos dicho antes), tendremos alarmas capaces de informarnos que no estamos hecho para ser seres egoístas,  que son sólo caretas.  Y a través de la experiencia (llámese accidente, casualidad, enfermedad, acontecimiento, etc., etc.) esta nos dirá VUELVE AL SENDERO!! 


Estas experiencias dan pie para reconciliarse con aquellos acontecimientos que consideramos una nube negra en nuestras vidas. Son precisamente esos sucesos los que MUY GENEROSAMENTE SE REPETIRÁN si aún no pasamos la lección, repetiremos la clase para aprehender.  Así que más atención alumnos!! 



Recuerdo un ejemplo, de entre muchos.   Una tarde estuve conversando con una psicóloga y ella me preguntaba de qué huía - de qué huyes?-  buena pregunta le respondí - no sé aún de que huyo-, aunque  ya  había comenzando a darme cuenta que sí arrancaba, que el llenarme de actividades era una estrategia para continuar arrancando de mi misma.  Al día siguiente me tocó mi práctica de artes marciales donde repetimos una y otra vez la  práctica del 6to movimiento del nikyo. Mi Sensei (6to Dan, ser luminoso)  comenzó a observarme como me defendía  y muy acordé a lo sucedido el día anterior, comenzó a repetirme -"no huyas, no huyas!!", es poco inteligente- me dijo.  Su explicación se basó en que cada vez que el peso de mi cuerpo iba hacia atrás, huyendo por miedo al ataque del otro,  este movimiento era poco eficiente en la defensa de mi persona.
Mi centro (mi equilibrio) está fuera del alcance de mi propio control corporal, y finalmente si el otro tenía el alcancé suficiente iba a terminar dañada.  Enfrentar el ataque en este caso era lo más inteligente que podía hacer.  Así poco a poco comencé hacer sus correcciones, con mucho temor, pero lo hice.  Y lo que es adentro es afuera,  en la vida también comencé a enfrentar con buena postura muchos sucesos de los que mucho tiempo estuve huyendo, y que lo único que estaba ocurriendo eran quitarme energía para lo realmente importante.  


miércoles, 30 de enero de 2013

Abraza la experiencia

Los ritmos de vida que actualmente nos impone el sistema en el que estamos insertos,  aquellos que hemos transitado en un sistema donde se exigen ciertos estándares para ser aceptados dentro de una sociedad, aquellos ritmos, "esos ritmos", están desde mi perspectiva completamente alterados para poder comprender la existencia que estamos cursando.

Es necesario prestar atención a nuestros cambios de humor en el preciso momento que estos ocurren, escuchar a nuestra corporalidad, a los cambios de posturas, las crispaciones que aparecen, los cambios de ritmo en la respiración, la sensación de movilidad en la energía, si ésta sube o disminuye, si te sientes denso o liviano, si te sientes cansado o energizado, si sientes expansión o contracción.

Luego de prestar atención no dejar que sea la mente que domine nuestros pensamientos.  Sabemos que ésta nos puede confundir y sumergir en pensamientos y divagaciones que pueden  restar aún más nuestras energías.

Abrazar la experiencia, es vivírsela, sentirla, y soltarla.  Es dejar que ésta nos hable sin nosotros estar controlando que nos quiere decir.  Dejar que hable, con todos sus bemoles, con todas sus notas, a veces melódicas (amor, alegría, optimismo), otras veces en tonos más desarmónicos (exceso de tristeza, ira, euforia).  Luego esperar que su mensaje sea claro como el agua pura cuando esta quieta  y  simplemente observar.

Podríamos decir que este ejercicio es la base de la comunicación con lo que algunos llamamos Dios.  Y siempre que esta comunicación fluya, no existirá conflicto con nuestras experiencias, serán un aprendizaje cada vez más suave, pues al seguir intentándolo con bendita paciencia,  pareciera que por obra de magia se construye un camino hacia la autosanación.

Redescubre y recupera TU ritmo, seguro que está en sintonía con el Universo =)


La experiencia madre de las ciencias.

No sacamos nada con profundizar teóricamente en nuestros conflictos si no somos capaces de vivir una experiencia consciente.   El asumir que es inteligente  vivir mirando que nos va comunicando el día a día, es asumirlo con todo.  Esto significa que muchas veces experimentaremos desagrado por lo que estoy mirando, veré mi careta apoderarse de  mis conductas y tendré que asumirlo como tal.  Tendrá que ser este el primer paso para sanear.  Vivir/Mirar la experiencia.  No sirve leer, como otro recetario más, el conflicto desde una perspectiva teórica-racional.  Se debe enfrentar aquello que más nos atemoriza,  de una forma ojalá gradual, algo así como las etapas o hitos de evolución de un niño, el cual antes de correr  aprende a girar- gatear- caminar apoyado en muebles- caminar solo - y luego corre.  Gradualidad!! Eureka!!.... pero para esto debemos someternos a la experiencia, e intentar darnos vuelta de espalda a boca abajo, una y otra vez, hasta que esto sea tan habitual que lo único que queda es seguir en la siguiente etapa.

La presencia de un malestar, de una enfermedad o de un accidente, es una experiencia más.  Como suceso también pertenece al todo, y nos comunica el todo, como lo haría una parte fracmental de nuestro cuerpo.  Cuando nos  enfermamos de los ojos y estos se nos ponen rojos, cabe preguntarse, a qué se asimila tener los ojos de color rojo, si fuésemos más chiquitos nos acordaríamos de los dibujos animados y de como sale la furia por los ojos cuando un personaje estallaba en rabia.... Por lo tanto, cabe preguntarse qué hice ese día o el día anterior, o que estuve recordando,  que  me encuentro con ese color en mis ojos.  Cuán evidente puede ser para nuestros ojos lo que estamos viviendo.  Cuál es el conflicto que mi cuerpo tuvo que hacerlo evidente como un grito desesperado de: OYE, ESCUCHA, ESTAS ENOJADO!!!, NO TE DAS CUENTA??
Esto último es sólo un ejemplo evidente de la comunicación de nuestro cuerpo. Como anteriormente comenté, en una etapa inicial el mensaje es claro, mas luego de hacer oídos sordos, el mensaje comienza a ocultarse para dar lugar a enfermedades y vicios crónicos, donde leer el mensaje requiere gran paciencia para comprender que hay debajo de tantas capas de cenizas volcánicas, de tantos estallidos que ocultan una historia que incluso muchas veces no ha querido ser leída.




martes, 29 de enero de 2013

Conflicto desde una perspectiva etimológica de la palabra significa golpe, choque.  Y nadie puede negar que la sensación corporal que poseemos al enfrentarnos a una enfermedad es de conflicto, sino para qué buscaríamos desgarrarnos esa sensación de mal-estar, no?!.   En otras palabras, por no ser capaz de estar atentos a los mensajes corporales, el cuerpo como parte del todo mismo, nos comunica el conflicto que existe entre nuestro ser y nuestro estar.  Y éste no lo manifiesta aleatoriamente, sino que lo hace con códigos bastante claros, sobre todo en un comienzo de la comunicación, esto es en un primer estadio de la enfermedad.  Luego indiscutiblemente, por tratar de seguir haciendo la vista gorda a este código de comunicación, (y llenarnos de terapias para hacer desaparecer el mal-estar  sin hacernos responsable del fin de éste), este sistema de lenguaje, es decir la enfermedad, se va volviendo cada vez más compleja.  Se hace confuso ante nuestros ojos, llegando incluso a parecernos una mala jugarreta del destino.

El rehuir al conflicto, se ve análogo a  cuando huimos de una conversación muy necesaria en nuestras vidas.  Esa conversación puede ser con nosotros mismo (la mayoría del tiempo) o con el otro, donde existe alguna relación que nos exige conocimiento de nosotros tanto como seres individuales como sociales.  Aquella falta de comunicación sin caretas, desde lo que somos realmente, ha dejado de realizarse en nuestro medio.   Y como no!! si ya no reconocemos cuando estamos con  máscara y cuando no!! Cada vez es más duro y penalizado mostrarnos con nuestras vulnerabilidades, con nuestros lados brillantes y nuestra oscuridad.  Socialmente nos encriptamos para tener cabida en un mundo de muertos.  ¿Sino por qué esta sociedad se encuentra tan enferma? ¿No será la misma enfermedad la base para volver a sanearnos?

¿Cómo hacer lectura del conflicto cuándo se ha perdido la capacidad de observar la presencia de éste en nuestras vidas? .. El malestar nos obliga de una u otra forma a "parar" y tomar tiempos que sin este hecho no lo haríamos.  Cuando el malestar comienza a crecer, incluso acudimos a alguien "a veces llamado terapeuta - médico- etc" para que mágicamente nos saque esto que nos molesta tanto.

Y dependiendo de donde nos dejemos caer para este "arranqueme el dolor doctor" van a ser las respuestas y las infinitas teorías acerca de este conflicto.  Algunas son.  Su hígado falla!!, su sistema inmune está deficitario!!, se encuentra estresado!!, se encuentra mentalmente desiquilibrado!!, etc, etc, etc.  Entonces comenzamos a "tomar algo" para hacer que el hígado funcione mejor, para que el sistema inmune se restablezca, para vivir más relajados o para que nuestra psique este un poco más estable.  Buscamos un remedio, una receta, un mecanismo para salir de ese malestar.  Ojalá que sea haciendo lo más sencillo posible...-.


lunes, 28 de enero de 2013

El conflicto como sustrato de la enfermedad


Bienestar, fitness, wellness, salud:   términos utilizados para designar un estado de equilibrio y homeostasis.   Por lo tanto su opuesto se asume en enfermedad o "malestar".  Desde la medicina occidental estamos hablando de contrarios y opuestos : bien- estar, mal- estar.  Desde una perspectiva oriental se incluye a lo opuesto, como lo complementario.  Ambos nos hablan de un estar, de un existir, de experiencia, y es así como suma y no resta.

Ahora bien, nuestro "estar" se encuentra adormilado y atrofiado.  Despertar es misión de cada cual, pero cada uno contribuye al todo, por lo tanto despertar también es un acto colectivo.   Conectarse actualmente, sin tener conflictos, nos requiere un volver a empezar.  Ustedes se preguntarán - a qué se refiere con esto de "conectarse". 

Cuando comenzamos a padecer estados de desequilibrio, se despiertan nuestras alarmas naturales y se  nos está manifestando el  conflicto que existe entre nuestro ser y nuestro estar, en otras palabras el conflicto en cómo estamos parados en esta experiencia y lo que nuestra alma realmente requiere para simplemente estar bien.  Esto se manifiestan de variadas formas dejando un mensaje y huella para poder ser observados por nosotros y descubrir cuál es el conflicto que nos causa esa desconección con el todo.  

Lo anteriormente nombrado, el observar y descubrir el mensaje, es hoy es un verdadero Arte.  El arte de sanar no tiene nada que ver con lo que vemos actualmente en nuestra medicina.  Sin un fin de menoscabo,  está ha hecho mucho por nosotros, pero el sobre-abuso de evitar ver el conflicto nos ha llevado a padecer una y otra enfermedad crónica, cual más encriptada en nuestro cuerpo que llora a gritos un DESPIERTA!!!

jueves, 17 de enero de 2013

La enfermedad como camino.

Llevo bastante tiempo escuchando a diario una cantidad de historias de "enfermedad".  Algunas muy simples, como un resfriado, otras muy complejas como cáncer en personas jóvenes, o accidentes de personas jóvenes que les cambio la forma de vivir, tanto a ellos como  a su familia. 

Todos podemos decir que cuando la enfermedad nos toca de una u otra forma, "nos toca", en lo físico, pero más allá de eso en lo emocional, en la conexión con la humanidad misma. 

Las reacciones son tan diversas como diversas personas son la que la aquejan, reacciones como:  indiferencia, sobreestimación, menospreciarla, o sobrevalorarla, sensación de invalidez, de opresión, angustia, sensación de incertidumbre, de rabia, de frustración, de miedo, de soledad, de sentirse un ser indefenso, etc. Es muy raro encontrar una reacción positiva ante la enfermedad, ya sea verla como un aprendizaje ante alguna situación o porque no decirlo, una sincera reacción de alegría.

Una vez una persona me dijo "abraza la angustia" y mi reacción fue -pero cómo?¿¿???¡¡¡¡. Poco a poco he comprendido que sí!, si se puede abrazar la angustia....
ahora mis palabras mágicas son "abraza la enfermedad"... creo que lo que puede ocurrir al hacerlo llevará transmutablemente a sanar... un verdadero sanar.

Abrazar la enfermedad es abrazarse a si mismo.  Comprender su lenguaje nos estará dando una información valiosa que podemos utilizar como herramienta de conocimiento profundo de quienes somos y que queremos realmente, necesidades compartidas por el alma humana, necesidades que hoy no se están alimentando y que tiene que ver con nuestro espíritu, muchísimo más allá de las estandarizaciones de la religión....  


jueves, 10 de enero de 2013

Auriculoterapia

La aurícula u oreja desde la perspectiva occidental, es  “apenas” un órgano  cuya única y pasiva función es la de “dirigir” las ondas sonoras hacia la membrana del tímpanoEs decir, la considerábamos un órgano estático, estudiado exclusivamente en su forma y estructura, como si se tratara de un órgano “agregado”.
Existe una gran diferencia  entre la concepción de la medicina alopática con la de la Auriculoterapia.

El origen de la Auriculoterapia es desconocido. Chinos, persas y egipcios se atribuyen por igual el mérito de su creación hace ya varias decenas de siglos, transmitiéndose, empíricamente, de generación en generación hasta nuestros días. Hay consenso en aceptar que fue en China su nacimiento, madre también de la acupuntura.

El Neijing (libro clásico de Medicina Tradicional China) relata que todos los meridianos del cuerpo llegan directa o indirectamente a la oreja.  Se deduce de esta última afirmación que a través de la oreja, y su estimulación, podríamos conseguir regular y reequilibrar el flujo de los meridianos, consiguiendo por tanto un mejor estado de salud.

Aunque la frase extraída de este libro milenario de Medicina China tiene siglos de antigüedad,   la auriculoterapia como tal surge en el siglo XX, con las observaciones y experiencia de Paul Nogier.
Paul Nogier, médico francés, fue un gran observador que sin prejuicios pudo rescatar la información dada por un paciente que relataba mejoría en sus malestares de columna a través de la cauterización de una zona de la oreja, procedimiento realizado por un curandero.

"Todo el cuerpo humano se refleja en la oreja" 

¿Cómo colabora la Auriculoterapia en el proceso de restablecimiento del bienestar?
Con la sumatoria de ésta y otra información de las personas que acudían a él, Paul Nogier fue observando qué ocurría al puncionar la oreja, con la sorpresa de  resultados satisfactorios.  Es así como hizo de esto una metodología, y lo llamo Auriculoterapia

Paul Nogier observó la forma particular que muestra la oreja del ser humano y  notó la similitud con la  figura de un feto humano invertido.   Este concepto de correlación de una parte del cuerpo con el todo es conocido como  somatotopía.



La somatotopía nos habla que una parte del todo refleja el todo en sí mismo.  Encontramos este fenómeno en nuestros pies, manos, ojos, lengua, etc. El todo en todas partes, y en relación a lo mencionado, hemos escuchado hablar de  "lo macro y lo micro", acá se observa como el todo (macro) se  refleja en lo  micro (parto del todo) y viceversa.   Por ejemplo: la enorme similitud de una célula nerviosa con el universo o la hoja de un árbol es la copia fiel en menor tamaño del árbol en cuestión, etc.

Las "enfermedades" nos estarían señalando por tanto desequilibrios en el todo.  Una parte corporal refleja el bloqueo que existe en ese ser y a través de este sistema basado en la somatotopía, se reequilibra una parte del sistema  influyendo  positivamente  en el sistema completo.
Por ejemplo, cuando un paciente acude por un dolor muy distante a la oreja en sí, esta zona tiene una ubicación específica en su oreja, y a través de esa reflexión se puede trabajar un lugar distante sin siquiera tocar la parte afectada del cuerpo. 

La Auriculoterapia, como medio de tratamiento del todo a partir de una parte, es una herramienta más, de las muchas existentes. Un buen terapeuta utilizará este sistema para colaborar en el proceso del paciente de reequilibrar sus energías, para dar el espacio necesario a que la persona mire la patología como información valiosa en su crecimiento,  pero es importante recordar que los patrones vuelven si no se escucha el real mensaje que deja la enfermedad.
Recordemos que nuestras células tienen memoria, y es un camino muy bello cambiar los mensajes que se han adquirido, realizar cambios si son necesarios, para  de alguna forma entregar nuestro completo potencial.


La auriculoterapia, como otras terapias, son un servicio al ser humano, para restablecer nuestra energía.  Pero no son la solución al problema, mientras esa energía que vuelve a nosotros sea utilizada nuevamente en viejos patrones esquematizados en nuestro cuerpo.  Debemos observar estos patrones, ver cuál fue el origen para comenzar a perdonar, sanar las heridas si todavía están abiertas, comprender que cada uno tiene etapas diferentes y tareas diferentes, y así como nos faltan herramientas y cursos que pasar, a otros seres humanos también.

Teniendo un punto de partida y luego de conocer los patrones arraigados, hay que crear nuevas vías de comunicación, tal cual neuroplasticidad (plasticidad=cambio).  Es ahí cuando la señal comenzará a ser más tenue.

Por lo tanto, PACIENCIA, palabra que se vuelve arte.  A veces se debe descubrir primero de qué estoy enfermo verdaderamente.  Es decir,  cuando me diagnostican un Resfrío Común, ¿qué tan común es?, ¿qué estoy pasando en este momento de mi vida?, ¿qué deje pasar que el cuerpo me tumbo a la cama a descansar? 
La medicina occidental te dará una bomba de paracetamol con clorfenamina,  la medicina alternativa puede caer también en darte una receta estándar, perdiéndose el verdadero fin de la alarma de la enfermedad: EL AUTOCONOCIMIENTO.


No busques resolver y arrancar enfermedades a través de una pastilla o una terapia, estas son sólo herramientas, el verdadero curandero está dentro tuyo, nadie dijo sea fácil, más si es realmente satisfactorio.



Ahora bien, desde el punto de vista anátomo-funcional, existe una relación entre el desarrollo embrionario y la formación del pabellón auricular y sus zonas reflejas. Desde el punto de vista anatómico, la oreja u aurícula es un órgano con una alta irrigación e inervación, lo que contribuye a sus propiedades reflejas. La inervación está dada por:  el Vº par craneal o trigémino; el 10º par craneal o neumogástrico o vago; y el plexo cervical superficial.

La inervación dada de estos nervios, conecta de forma corta y rápida con el tronco encéfalo,  mencionamos "corta y rápida" por su ubicación anatómica próxima a la oreja.  Además la importancia que conecte hacia el tronco encéfalo, se da porque la información y estímulo generado en la oreja viaja a una red celular llamada Formación Reticular.  La Formación Reticular tiene una gran importancia en la auriculoterapia, dado que cuando estimulamos un punto en la oreja con una aguja, energía eléctrica, masajes, semillas, moxas o cualquier otro método, la excitación así provocada recorre un trayecto extremadamente corto de pocos centímetros  hacia la formación reticular y desde allí para arriba hacia el cerebro o para abajo al órgano examinado, motivo del procedimiento.  Esta red neuronal y su conexión oreja-formación reticular-cuerpo, explica por qué la auriculoterapia surte efectos particularmente rápidos y eficientes.






martes, 8 de enero de 2013

Una vez le preguntaron a un filósofo, qué es lo que a él más le sorprendía de la humanidad, y respondió: “las personas que pierden la salud para juntar dinero luego pierden el dinero para recuperar la salud, y por pensar ansiosamente en el futuro olvidan el presente de tal forma que acaban por no vivir ni el presente ni el futuro… viven como si nunca fuesen a morir y mueren como si nunca hubiesen vivido” 
Existe una tendencia a volver nuestra mirada de salud al bienestar completo del ser humano. La medicina regresa a un enfoque integral para dar un verdadero vuelco hacia la mirada que generosamente nos comunican nuestras enfermedades. Es por lo anterior que se hace necesario incorporar herramientas terapéuticas complementarias a las medicinas tradicionales conocidas. La búsqueda de que los seres humanos no acudan a la medicina asumiendo un rol de “pacientes”, sino que se desarrollen como seres humanos activos y responsables de adquirir habilidades para desarrollar un real bienestar. Hacernos responsable de nuestra salud es la piedra angular para recuperar nuestro “bien estar”. Quienes realizamos la labor de terapeutas nos capacitamos para ser una herramienta y acompañar en la travesía de desarrollar hábitos y habilidades de vida saludable, de lo cual no estamos exentos.