miércoles, 27 de febrero de 2013

Inevitable Transformación

La transformación es parte de la naturaleza, todo es cambiante, hasta las piedras que vemos como inmóviles.
Como dijimos tenemos ciertas rutas construidas mentalmente (engramas) que se van a ver reflejadas en rutas de otros tipos, emocionales y corporales, que nos ayudarán a través de diferentes medios a expresar cuáles son nuestras potencialidades, la creatividad interna, o bien nuestros bloqueos.  Por lo tanto, existirán ciertas rutas mentales que nos desvían de la expresión de potenciales benéficos para nosotros  y para los que nos rodean.

La transformación es fluidez, para que los cambios existan debe existir movimiento constante de nuestros engranajes mentales, emocionales y corporales, en un ritmo adecuado al entorno.  Es en equilibrio con la naturaleza, rítmicamente  un ir y venir, en un tiempo natural.  Los cambios reales en nuestro cuerpo se suceden a un cierto ritmo que no debemos acelerar, sino formaríamos tumores (descontrol en el crecimiento de células), ni tampoco debemos estancar porque también terminaríamos en lo mismo (bloqueo=estancamiento)

El yin  yang, es el ir y venir.  El yin  yang en un desequilibrio en  equilibrio sería el ritmo de lo natural.  La transformación de uno al otro ocurre constantemente, porque uno contiene el otro y debe ser expresado en su ciclo.  Como el día y la noche no deben parar nuestra transformación tampoco, y eso no significa algo "Radical", porque como el día y la noche vemos que esta se sucede mutuamente  naturalmente, sin conflictos.

Por ejemplo, cuando contraemos un músculos para movilizarnos, éste naturalmente se relaja para continuar otro movimiento.  Cuando este mecanismo falla encontramos la espasticidad (un aumento en el tono del músculo que impide el movimiento del antagónico=opuesto=complementario).

Cuando nos negamos a la transformación, cuando nos bloqueamos por engramas fijos, los engranajes se oxidan y cuesta más trabajo más salir de la inercia, lo cual no significa que no se pueda.  

Ya hablamos de que el cambio se sucede igual, y que nuestra neuroplasticidad está disponible hasta nuestros últimos momentos. 

Además aunque nosotros queramos voluntariamente quedarnos fijos, la transformación ocurre inevitablemente.  Desde la última mirada terrenal: si nos bloqueamos radicalmente, la transformación será la muerte, que es otro sucedo de cambio en nuestro proceso como seres vivientes.  Si bloqueamos algún aspecto de nuestro ser, como la fluidez de nuestra emociones, seguramente terminaremos enfermando desde una perspectiva de la medicina China del Sistema Hígado-Vesícula Biliar y la transformación será la manifestación de la enfermedad.  Por lo tanto, querámoslo o no, todo muta.  Es una ley, no está a nuestro alcance eliminarla, pero si podemos unirnos a esta ley y utilizarla a favor nuestro y de la humanidad.  

Cambiar, cambiarnos.... Transformar, transformarse... Fluir....





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