lunes, 20 de mayo de 2013

Flores de Bach




"Los hombres no cambian, se desenmascaran." Germaine De Staël



¿Qué tan olvidada está nuestra verdadera esencia? El dilema entre creerse un personaje, como un actor con su máscara a cuesta, que en algún momento se confunde y  no sabe diferenciar entre ésta y su rostro real.
Hemos hablado que la enfermedad es un lenguaje que utiliza nuestro cuerpo para traernos al consciente los bloqueos o conflictos que estamos cursando en nuestra vida.  Este disonancia se presenta en algún aspecto de nuestra personalidad que entra en conflicto con nuestras más profundas necesidades del alma.  
El Dr. Edward Bach (1886-1936)  nos habla extensamente en sus obras y publicaciones ("Cúrese Usted Mismo - Una explicación de la Causa Real y Cura de la Enfermedad". 1931-"Libérese a Usted mismo", 1932 - "Los doce curadores y otros remedios", 1933), de esta lucha entre el alma y la personalidad, y de sus consecuentes desequilibrios manifestado en el plano material. Nuestra personalidad, trae consigo la manifestaciones de estrategias adoptadas como parte de nuestro temperamento y/o carácter, patrones aprendidos,  a veces como mecanismos de defensa o como fomento de nuestro ego, de aquel personaje que creamos y nos negamos a dejar en las tablas, haciéndose parte de nuestra vida y defendiéndolo como algo real, en definitiva aferrándonos a él, incluso en circunstancias en donde nos genere disociación con las leyes naturales.  Nuestro ego nos dificulta dejar la máscara (la personalidad creada) y conectarnos con nuestra esencia más noble y partícipe del todo.

Es así que el Dr. Bach, desde una acaba observación en la naturaleza (desde mi perspectiva un don entregado al servicio de la humanidad), clasificó una cantidad de flores según su personalidad, aspectos comunes encontrados en los seres humanos en su gran mayoría sin la armonía necesaria y polarizados, no así en la naturaleza de las flores. Encontramos así los siguientes grupos:

-Grupo de los miedos.
-Grupo de la incertidumbre.
-Grupo de los que sufren por las influencias externas.
-Grupo de desinterés en lo actual.
-Grupo de la soledad.
-Grupo de los que sufren desesperación y abatimiento.

Cada flor y su esencia vibracional sutil nos lleva a armonizar aquellos aspectos de la personalidad que estén en desarmonía con el alma.  Es así como nos facilita el trabajo de conectarnos mejor con nuestras emociones y vivencias y adquirir una perspectiva de aprendizaje en la existencia que estamos cursando.






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