martes, 25 de junio de 2013

Frío: visión en medicina china.

Vamos a ponernos "In", comenzamos el Solsticio de Invierno y el frío se hace partícipe de los ciclos de la naturaleza y ya está!! ya llegó!!... En algunos países más duro que en otros, en algunos lugares más preparados que en otros, y dependiendo de nuestra vivienda y lugares de trabajo, nos veremos expuesto a éste de diferentes maneras.

Desde la Medicina China, el frío puede llegar a convertirse un patógeno externo e interno, que causa enfermedad.  Debemos adaptarnos y prepararnos para recibir adecuadamente el frío... Ropa que nos entibie el cuerpo, comida que se transforme y sea combustión, luego provoque internamente calor, un hogar que acoge cálidamente, sin contaminación pero con la calidez para cobijarnos.  
Debemos invernar, las horas de luz se acortan, por lo que nuestra actividades deben ser más acotadas, no podemos pretender tener las mismas energías todo el año, existen fluctuaciones como la naturaleza misma, somos parte de ella.  No podemos pretender vivir al ritmo de la primavera o el verano.  El invierno tiene su ritmo, que debe ser respetado....

El patógeno frío entra a nuestro cuerpo por los pies y los por la espalada.  Los pies absorben el frío y pueden causar dolores de estómago o inflamación como la cistitis (infección urinaria).  Ademas causan contracturas musculares de cuello y espalda alta o resfríos producto de que en conjunto con el viento ingresa por la espalda causando estragos.

El frío es un patógeno Yin, el invierno es Yin: es frío, tiende haber menos luz y más oscuridad, todo tiende a la contracción, es materia y no funcionamiento.  El frío consume el Yang corporal, propicia al estancamiento y a dificultar la circulación del Qi y Xue, por lo tanto no es de extrañar que en esta época se exacerben las patologías relacionadas con la circulación, y el dolor (tan característicos del estancamiento).

Algunas manifestaciones producidas por afección al frío son:

- aversión al frío.
- fiebre con frío.
-preferencia por arroparse y encogerse.
-problemas de circulación.
-palidez y fatiga ante esfuerzo no intensos.
-orina clara y abundante.
-edema.
-extremidades frías.
-escasa o nula sudoración.


A protegerse del frío, siga el ritmo del invierno, un ritmo más lento y de introspección.




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